¿Que asemejan las formas del karesansui? Los jardines karesansui asemejan las formas de la mente humana. ¿Has oído hablar sobre los Jardines Secos de Japón? “Volver a la naturaleza” y bañarse de verde nos sana internamente y nos conecta con la “fuente primaria” natural. ¿Cuál es el efecto de un jardin Karesansui? Provee serenidad interior. El karesansui de Japón se denomina “jardín seco” o (枯山水 “karesansui” en japonés) y se encuentra íntimamente ligado con la filosofía de las tradiciones espirituales de oriente.
¿Que asemejan las formas del karesansui?
Entre mitos y robots, Japón brinda la imagen de una ciudad cosmopolita y a su vez un paisaje de verdes praderas mitológicas fusionándose, un verdadero ying-yang cuya pendularidad de trenes hiper veloces y gente calma plantea una verdadera “discontinuidad temporal” la misma, nos conecta con un lugar donde sentimos la fuerza de la naturaleza, en todo su esplendor. Hay quienes buscan latir al unísono con ella y esos viajes energizantes en locaciones de enorme verdor son denominados “shinrin yoku” o también “terapia forestal”, practicar meditación u hospedarse en un templo por un corto periodo de tiempo, es recomendado.
El karesansui más reconocido tiene locación en el templo de Ryōan-ji, se encuentra ubicado al noroeste de Kioto. El “jardín de roca” o karesansui se añadió al templo a finales del siglo XV, con el objetivo principal de establecer un lugar adecuado que permita a los monjes budistas visualizar un paisaje semejante a la fenomenología de la mente
Se dice que dicho jardín tiene un efecto “tranquilizador”, la arena y las rocas representan la tumultuosa volición de la mente humana. El autor fue un monje llamado Sōami y está compuesto por un total de quince rocas de distinto tamaño, sobre una superficie rectangular de arena blanca.
La meditación puede salvar nuestra vida y devolvernos a la senda de la felicidad: purifica la mente
Muerte del tiempo
Los jardines Zen fueron desarrollándose en base a la vida de renunciantes o “Śramaṇa” (término en sánscrito que refiere “adversario social” o desclasado). A fin de estimular la incorrección cognitiva o la de amenazar términos de “contradicción”: no existe significado puntual para las cosas y el hecho que no exista definición conceptual para el karesansui no es un delito. La “apertura” a interpretaciones es válida si existe la invitación al “abismo” del mundo repercutido en la ilusión, sin embargo a su vez, este es persuadido.
Si bien históricamente existen muchas interpretaciones para con los jardines karesansui, siendo algunas: una representación geográfica de Japón, otra: “tigresa y cachorros nadando hacia un dragón”, “picos de montaña sobre un mar de niebla”, o la formación del ideograma de corazón (心) que significa “mente”; tal como en la música se valoran los silencios, todo es establecido sobre el concepto de lo bello del vacío (entendido el ser como una flor vacia)
Si bien, es cuestionable que su apreciación responda a una “emoción religiosa”, antes que a una apreciación por la forma, pocos lugares permiten contemplar una concentración, epicentro de fuerza natural como Japón. Lo cierto es que la posibilidad de viajar a Japón, conocer un jardín karesansui, un trabajo japonés plantea una experiencia verdaderamente memorable. Cuesta creer que partimos del ajetreo de una congestionada metrópoli para dirigirnos a Kioto a contemplar un tesoro milenario, como los jardines karesansui.
Allí donde los jardines secos, detienen el tiempo
Discontinuidad del tiempo
La filosofía budista Zen contempla los fenómenos de la mente, al contemplar el karesansui contemplamos no otra que una representación de esta y de la contingencia volitiva o discurrir del tiempo en estado cristalino. También, a veces, entre tantos planes y proyectos olvidamos, la vuelta al interior. La naturaleza es hermosa y basta en todo el mundo, pero la naturaleza japonesa es realmente especial. Desde la antigüedad se considera sagrada y de antaño existen vocablos que definen los estados motivacionales de la mente o por ejemplo como jukai 樹海 significa “mar de árboles” o en inglés “sea of trees”.
La forma es vacio, el vacio es forma
El balance es importante y el deseo de vivir una experiencia en Japón conociendo este tipo de lugares provoca un “ying-yang” e íntegra al hombre a un hábitat de lenguaje diferente. Por supuesto, poder viajar a Japón para estudiar o trabajar es factible. Lo importante, será no llenar la cabeza de preocupaciones y olvidar esos momentos donde gracias al karesansui, la meditación o los baños de bosque (también conocidos como «shinrin yoku») de Japón experimentamos algo inigualable e inolvidable, que se hará sana costumbre.
La dualidad y su soporte imaginario es representada con una cita: “El vacío no necesita soporte”. Es decir, solo la dualidad necesita soporte
Flores vacias?
El karesansui y la terapia forestal representa un umbral, o antesala en la que podremos purificiar nuestra salud y reconectarnos a lo profundo de la naturaleza, en Kioto. El ser allí pertenece, está regresando a su casa, a su hogar: la mente.