¿Qué significa ikebana? Hana wo ikeru, ikeru significa “hacer vivir a las flores” ¿Has escuchado sobre el arte de las flores vivientes? Ikebana posee una influencia en donde prima que el marchitar es la esencia de la flor. Resaltar la belleza de las flores es la premisa
El nombre ikebana imprime “ikeru”, hana wo ikeru, ikeru significa “hacer vivir”. El corte y arreglo predominante a partir de la tradición japonesa refiere un arreglo que proporciona cualidades dentro de las que prima hacer vivir a las flores. Este es un concepto profundo, pensamos que las flores estaban vivas, pero detrás de este concepto se esconde una connotación que proviene de las antiguas tradiciones espirituales de orientes y ampliaremos en el en los próximos párrafos.
El arreglo floral que simboliza todo el universo
Antiguamente los monjes budistas colocaban las flores en los altares, los adornos florales provienen de la antigua tradición india, tal es así que las flores eran colocadas a los pies de los maestros espirituales tanto como antiguos textos sagrados llevan por título referencias a adornos florales. Sin embargo en Japón se siguió esa tradición simplemente colocando las flores, esto dio una impresión “sin vida” por lo que Ono-No-Imoko, un monje budista insatisfecho imprimió lo que a través del tiempo se convertiría en una tradición japonesa: Ikebana.
Escultura en movimiento
El ikebana plantea una mente en comunión con la naturaleza
El vacío no tiene soporte. Hacer vivir a las flores es una metáfora en la que se esconde el comprender bellamente el fenómeno de la vida a través de ellas comprendiendo que están vacías. Tan solo elucubraciones que dejan frente a nuestros ojos la obra del tiempo.
Teshigahara Hiroshi (1927-2001) en su film de 1989, Rikyu, filmó la vida del monje budista fundador de la ceremonia del Té. Teshigahara Hiroshi además de director era heredero de la escuela de Ikebana Sogetsu-ryu. Quienes pudieron ver al actor Mikuni Rentaro en el papel protagónico experimentaron un film profundo con profunda tradición japonesa frente a sus ojos.
El universo en movimiento
Cuando nos anonada la desdicha, durante un segundo nos salvan las aventuras ínfimas. Algunas flores permanecen radiantes sin dar signos de decaimiento. Las maneras de ver al mundo, como las flores, son muchas. Algunos lo comprenden como venir, otros como ir, algunos entienden la vida como un “sembrar”.
Algunas semillas quedarán solas; otras al fenecer, darán fruto. La imagen de la flor existe a semejanza de enseñar que la belleza tiene un zenith y luego de él pervive el decaimiento. Algunas flores como los tulipanes lucen sólidos, con gran belleza. Al ver su contenido vemos que un gran espacio vacio se cierne dentro, lo mismo ocurre con los neutrinos.
El hecho de que las obras sean efímeras, debido al material que están hechas, lo convierte en un acto de reflexión sobre el paso del tiempo. Un estado comprende que es gracias al peso opuesto del otro que existe, gracias al balance consciente entre ambos. Gracias al marchitar también existe la flor
