Viaje a Japón para meditar: ¿Qué es el Shukubo? ¿Cómo meditar zazen -meditacion japonesa-? La filosofía Zen japonesa, contempla los fenómenos de la mente, el tiempo como ser viviente no es interpretado debido al efecto teatral de la mente, llamado maya o ilusión: el tiempo es un concepto, el futuro y el pasado son conceptos.
Significado de 宿坊. Shukubō significa alojarse en templos y se trata recibir un servicio temporal ofrecido en algunos templos de Japón que permiten la experiencia a turistas.
Pensar en el templo como "un hotel" no es recomendado
Si bien el alojarse puede ser aceptado por algunos templos, exusten otros que han elaborado la experiencia de alojarse con un itinerario elaborado, por lo tanto la diferencia entre unos y otros es esa, saber distinguir cual ofrece alojarse y la experiencia, de los que ofrecen alojamiento nocturno para peregrinos que han perdido el tren.
La meditación puede salvar nuestra vida y devolvernos a la senda de la felicidad: purifica la mente. Diferenciar escuelas de meditación puede ser interesante para identificar que tipo es el que funciona con nosotros, un estilo preponderante ppor los japoneses es la simpleza de "sentarse y meditar". No existen complejidades.
Diferenciar escuelas de meditación puede ser interesante para identificar que tipo es el que funciona con nosotros.
La practica se basa en contemplar [el cuerpo dentro del cuerpo]. Tomar notas de cada acontecimiento ocurrente en la mente es en verdad, un ancla que nos ata al momento presente. Pero, que tiene de bueno el presente?
Eso lo siente quien lo alcanza. Solo puede decirse que, especialmente en la era moderna la propia naturaleza de la mente escapa constantemente entre acontecimientos del pasado y posibles escenas del futuro, entre ambas discurre, provocando inestabilidad. Aunque es nuestra mente, puede reaccionar con el enojo de un tigre hacia nosotros y es escurridiza como un mono.
Entre mitos y robots, Japón brinda la imagen de una ciudad cosmopolita y a su vez un paisaje de verdes praderas mitológicas fusionándose entre templos, un verdadero ying-yang cuya pendularidad de trenes hiper veloces y gente super calma plantea una verdadera “discontinuidad temporal” la misma, nos conecta con un lugar donde sentimos la fuerza de la naturaleza, en todo su esplendor.
Mente calma como un lago. Hay quienes buscan latir al unísono con ella y esos viajes energizantes en locaciones de enorme verdor. Son denominados adeptos al “shinrin yoku” o también “terapia forestal”, practicar meditación u hospedarse en un templo por un corto periodo de tiempo, es recomendado. El karesansui o los campos de las formas de la mente sirven para la cultivación, de la mente calma.
Muchos ven la identidad nacional japonesa como un onigiri, ya que lo importante prevalece en el interior, un núcleo de delicado acceso pero desde donde se cierne al entero
La filosofía Zen japonesa, contempla los fenómenos de la mente, al contemplar el karesansui contemplamos no otra que una representación de esta y de la contingencia volitiva cerebral o discurrir del tiempo en estado [cristalino]. También, a veces, entre tantos planes y proyectos, olvidamos, el egreso al interior. El tiempo como ser viviente no es interpretado debido al efecto teatral de la mente, llamado maya o ilusión: el tiempo es un concepto, el futuro y el pasado son conceptos.
La naturaleza es hermosa y basta en todo el mundo, pero la naturaleza japonesa es realmente especial. Desde la antigüedad se considera sagrada y de antaño existen vocablos que definen los estados motivacionales de la mente o por ejemplo como jukai 樹海 significa “mar de árboles” o en inglés “sea of trees”. Un lugar para meditar.
El tiempo es un ser vivo sin cuerpo
Karesansui. El balance es importante y el deseo de vivir una experiencia en Japón conociendo este tipo de lugares provoca un “ying-yang” e íntegra al hombre a un hábitat de lenguaje diferente. Entender al ser entre [un cuerpo cargado de podredumbre] y [una mente que escapa a la pureza] es visualizar el camino purificatorio. Un camino medio.
Por supuesto, poder viajar a Japón para estudiar o trabajar es factible (pie de página). Lo importante, será no llenar la cabeza de preocupaciones y olvidar esos momentos donde gracias al karesansui, la meditación o los baños de bosque (también conocidos como «shinrin yoku») experimentamos algo inigualable e inolvidable, que se hará, sana costumbre. El vacío no tiene soporte.
Considerandonos unbroken wholeness (una totalidad inseparable) partir de la base comprendiendo que, todo lugar es importante en la cadena, desde el repartidor de diarios, de un diario que recibe un rico CEO empresarial, deja a entender que toda posición es importante nos hace saber que, nadie es dueño de la verdad.
Como sería si sobre la consistencia del ser, existiesen ilusiones adherentes, las cuales surgiesen desde diversos contrastes antagónicos y cosificaciones del «Yo».
Cómo sería si pudiéramos ejercer una actividad insight que nos acerque, mirar hacia adentro sin temor, sin huir, (comprender que el ayer y el mañana solo son conceptos ilusorios) y como sería encallar en el presente. Sentir la emoción de pisarlo. Aferrándonos a él con firmeza. Alejados de la textura del miedo,
desasidos del «Yo»
Meditar representa un umbral o antesala en la que podremos purificar nuestra salud mental y reconectarnos a lo profundo de la naturaleza, en Kioto. El ser allí pertenece, está regresando a su casa, a su hogar: la mente.
A modo conclusivo deseamos haber provocado en el lector las ganas de acercar su pasión, su interés por Japón a una nueva temática debido a lo profundo y personal que representa este viaje a lo profundo de la naturaleza humana: En todas las cosas verás verdad y en la verdad verás todas las cosas.
